A mucha gente ahorrar le puede parecer complicado. Se suele asociar a sacrificios y la necesidad de renunciar a productos básicos. Pero no es así en absoluto, ya que si gestionas tu dinero de forma inteligente, cada mes acabarás apartando una cierta suma de dinero para meter en la cuenta de ahorro. Otra forma de ahorrar, además de meter dinero en la cuenta de ahorro, consiste en cambiar los hábitos cotidianos. ¿Cómo empezar a ahorrar y en qué sectores de esta actividad conviene centrarse?
Diferentes formas de ahorrar dinero: elige la que más te convenga
Como decíamos en la introducción, se puede ahorrar de diversas maneras. Si te parece demasiado complicado para ti, mejor empieza paso a paso con tranquilidad. Si no te puedes permitir ni siquiera cenar en un restaurante caro, es lógico que te cueste ahorrar para las vacas (más) flacas. Hay que ponerse a ello de forma razonable y analizar los gastos y las necesidades. Esto te ayudará a gestionar bien de tus ingresos sin incurrir en gastos adicionales e innecesarios. Recomendamos empezar ahorrando en casa, implementando hábitos saludables que seguro que tendrán sus efectos positivos después de un tiempo. Para empezar, ahorra en recursos como agua, luz y calefacción. Céntrate en lo que de verdad necesitas y preocúpate por no consumir más de lo necesario. La siguiente cuestión es la alimentación. Recomendamos limitar las salidas a restaurantes, comer en sitios de comida rápida o encargar comida para llevar. Si sabes cocinar por tu cuenta, acabas ahorrando bastante y tu salud te lo agradecerá, ya que las comidas que prepares serán más sanas y tendrán menos productos químicos. Olvídate por un tiempo de comprar aparatos electrónicos innecesarios e intenta arreglar los que tienes en vez de recambiarlos por nuevos. Por otro lado, cancela las suscripciones que no necesites y establece límites en tus tarjetas bancarias.
Ahorrar dinero adicional para imprevistos
Aunque tengas trabajo fijo con sueldo decente, la situación puede dar un giro de 180 grados en cualquier momento (¡aunque esperemos que no!). En la vida siempre hay problemas a la vuelta de la esquina, como una enfermedad que te incapacite para realizar tu trabajo, la congelación del sueldo o el cierre de la empresa. A menudo, las personas que se encuentran en esa situación pueden quedarse sin dinero para cubrir los costes básicos o tener un importe limitado que no sirve para mucho tiempo. En estos casos, tener una cuenta de ahorro sirve de gran ayuda, ya que podrás sacar los fondos que necesitas mientras recuperas tu salud o encuentras otro trabajo. ¿Cómo empezar a ahorrar para poder crear un buen colchón económico? En primer lugar, considera tus ingresos y gastos actuales. Después, reparte tus ingresos para cada una de tus necesidades (comida, medicamentos, facturas, imprevistos) y asigna importes concretos mensuales. Después de clasificar los pagos básicos, puedes definir la cuota fija para enviar a la cuenta de ahorros. Al principio puede que sea baja, pero poco a poco, cuando vayas implementando el ahorro en tu vida cotidiana, puede aumentar.
Ahorrar no siempre requiere un cambio radical de hábitos. A veces basta con pequeños gestos, como ahorrar agua o comer en casa en vez de en restaurantes, para ahorrar dinero cada mes para las vacas flacas y mejorar la situación económica. Sin embargo, si te encuentras en un momento complicado y te falta dinero para satisfacer necesidades básicas o comprar artículos necesarios, puedes recurrir a los préstamos rápidos. Los fondos adicionales te ayudarán a realizar esas compras o pagar las facturas adeudadas, lo que te permitirá ganar tiempo para mejorar tu situación económica sin experimentar situaciones desagradables.
