El uso de audífonos ha modificado para siempre la forma en la que escuchamos diferentes sonidos. Atrás quedó la época en la que sólo se podía oír un dispositivo a la vez. Lejos quedaron los tiempos en los que toda la familia debía consensuar qué ver o escuchar. En los que, de lo contrario, los sonidos se superponían hasta generar un caos auditivo en el que nadie terminaba escuchando nada.
Hoy, los avances tecnológicos nos permiten disfrutar del disco de nuestro artista favorito. Mientras nuestros padres miran una película en el Smart Tv del mismo ambiente y nuestros hermanos juegan en la consola de juegos a pocos metros. Y sin que ninguno de los sonidos interfiera en los demás. Incluso con un entorno en completo silencio. Esto es posible gracias a la aparición de unos pequeños aparatitos.
Primero los cableados y más tarde los audífonos Bluetooth han venido a modificar el modo en el que interactuamos con el sonido. De una canción, de un podcast, de una película o de un videojuego. Pero también el momento en el que lo hacemos. Nos dan la posibilidad de escuchar algo en el gimnasio, en la playa, mientras entrenamos o tomamos sol. Pero, ¿cuál es el mecanismo que hace llegar el sonido desde el dispositivo hasta nuestros oídos a través de los audífonos?
Primero lo primero: ¿Qué son los sonidos que escuchamos?
Para producir un sonido hace falta un movimiento mecánico. Los sonidos son vibraciones que generan los objetos al moverse. Nuestros oídos captan esas vibraciones y nuestro cerebro las interpreta. En este proceso intervienen los drivers o transductores que hay dentro de los audífonos. Estos pequeños elementos miden entre 6 y 15 milímetros y son los encargados de transformar las señales analógicas en vibraciones.
Los drivers están formados por un imán, una bobina móvil y un diafragma. La electricidad ingresa por la bobina y crea un campo electromagnético. A su vez, genera que los imanes que la envuelven sean atraídos y rechazados y se muevan hacia adelante y atrás. Cuando se mueven hacen que el diafragma vibre y genere las ondas sonoras. Este procedimiento transforma la corriente eléctrica en sonido. Hace posible que podamos escucharlo como tal a través de nuestros audífonos Samsung.
¿Cómo funciona nuestro oído?
Todo un sistema compuesto por pequeñas partes interviene para que podamos escuchar. Cuando un sonido se produce el aire vibra y se genera una onda sonora que es recibida por nuestra oreja o pabellón auditivo. Desde allí se dirige por el canal auditivo hasta el tímpano, que amplifica esa onda y la transmite al oído interno. En este último, un líquido estimula las células ciliadas, pequeñas terminaciones nerviosas.
Mediante el nervio auditivo, estas células envían impulsos eléctricos al cerebro. Y éste los recibe, los decodifica y hace posible la audición.
Audífonos: origen y funcionamiento de los aliados del audio
El origen de estos dispositivos que cambiaron nuestra manera de escuchar se remonta a 1930. Beyerdynamic fue la compañía alemana que inventó los primeros audífonos que hoy usamos. Y siete años después vendió el primer modelo bajo la denominación DT48. Se trataba de un par de pequeños altavoces que entraban en la oreja. Pero, ¿qué hacía posible su función?
Pensemos en golpear a un tambor. Cuando lo hacemos, la piel tensada de éste vibra y genera ondas de sonido. Algo similar ocurre con los audífonos. En los auriculares la piel del tambor sería el diafragma tendido a través de la forma cónica interna del auricular. En la parte más chica del cono se encuentra una bobina de hierro emplazada sobre un imán. Ésta está conectada al cable que vincula el audífono con la fuente de sonido, un celular o un Smart TV, por ejemplo.
El sonido emitido por esa fuente o dispositivo es una señal eléctrica alterna que transforma la bobina en un electroimán. Según la señal recibida, los polos magnéticos de la bobina de hierro cambiarán de sur a norte y en sentido inverso. Estos cambios producen un movimiento de vaivén entre la bobina y el imán. Y como está conectada al diafragma, bombea las ondas de sonido tal como pasa al golpear un tambor.
¿Cómo funcionan los audífonos inalámbricos Bluetooth?
El uso de auriculares cambió el modo en el que escuchamos sonidos. Y la tecnología Bluetooth lo hizo aún más. Generó toda una revolución en materia de audio. No sólo evita la necesaria intervención de los fastidiosos cables. Los audífonos inalámbricos hacen posible escuchar música y responder llamadas manteniendo libres ambas manos.
La tecnología Bluetooth es un tipo de conectividad. Transmite información entre dos o más dispositivos, sean fijos o móviles, ubicados a corta distancia entre sí. Funciona en un rango de hasta 10 metros. Esto es posible gracias a las UHF u ondas de alta frecuencia. Esta tecnología usa frecuencias de radio entre 2.402 GHz y 2.480 GHz y transmite datos inalámbricamente. Para que esta tarea se concrete los dispositivos deben estar vinculados o sincronizados.
Ya sincronizados, el dispositivo de sonido tiene la capacidad de mandar señales de audio a los auriculares a través del sistema Bluetooth. Gracias al mismo proceso, los audífonos pueden enviar datos al aparato de audio. La sincronización es clave en los audífonos inalámbricos Samsung.
Imaginemos cómo sería escuchar el sonido desfasado en una auricular con respecto al otro. La simultaneidad del sonido se logra gracias a que cada uno de ellos se vincula con una señal Bluetooth independiente. Y responde a la relación maestro y esclavo. Uno de ellos, el primario, controla al otro. Recibe esta señal y se la transmite al secundario.
La primera implementación oficial del Bluetooth se remonta al año 1999. Desde entonces, esta innovadora tecnología es mejorada permanentemente. Y nuevas actualizaciones optimizan las anteriores de manera incesante en términos de rango, consumo de energía y velocidad de transferencia. Actualmente, los audífonos bluetooth Samsung emplean la versión 5.0 o posteriores. Sin embargo, funcionan de manera óptima con artefactos de audio que tiene la versión 4.2.
