Las estufas de pellets son fáciles de instalar, resultan más baratas y además contaminan menos que las estufas de gasoil. Esta última característica de ser más sostenibles, es debido a que funcionan gracias a los pellets y huesos de aceituna que son una biomasa y, por tanto, una fuente de energía renovable. Por otra parte, este tipo de estufas funcionan gracias a una resistencia eléctrica que facilita el encendido y la quema automatizada de los pellets, un programador para apagarlas o encenderlas en determinados momentos, un termostato para controlar la temperatura y el encendido, y un ventilador para acelerar la difusión del calor por la casa.
Ahora bien, ¿cómo elegir la estufa de pellets ideal? Para responder a esta pregunta hay que tener en cuenta que las hay de hierro fundido y acero, además algunas están cubiertas de una capa cerámica que ayuda a mantener el calor. La autonomía, el consumo, el rendimiento y la distribución de calor son criterios también a tener en cuenta.
Criterios a tener en cuenta
Al elegir una estufa de pellets, hay varios aspectos que se deben considerar para encontrar el modelo que se adapte mejor a las necesidades de cada hogar:
- Las horas de autonomía: Esto depende del tamaño y consumo por hora de cada estufa, así cuando no se puede estar pendiente de introducir más pellets en el depósito, conviene elegir un modelo que cuenta con un depósito grande y sea más eficiente.
- El consumo aproximado: Hay que saber cuál es el consumo de pellets cuando la estufa está funcionando a su potencia nominal, que es la máxima potencia que puede proporcionar en condiciones normales de funcionamiento.
- La temperatura y distribución de calor: La capacidad para mantener la temperatura fijada en el termostato y para distribuir de forma homogénea el calor es esencial a la hora de elegir un modelo u otro. Además, hay que averiguar también si el termostato funciona correctamente, apagándose al conseguir la temperatura de consigna.
- El rendimiento: Para conocer este dato hay que saber que se obtiene midiendo el consumo de combustible, la eficiencia de producción de calor, las emisiones de monóxido de carbono (CO) y de dióxido de carbono (CO2); la temperatura máxima de paredes laterales, pared posterior y piso, así como la temperatura máxima de la tolva de combustible y la energía eléctrica consumida.
- La facilidad de uso: Es esencial que la estufa de pellets sea fácil de manejar para ello se ha de saber cómo es el encendido electrónico, si los diferentes indicadores se ven bien, la accesibilidad de los controles, la alimentación de la estufa y la limpieza de la ceniza, entre otros aspectos.
Por último, también hay que tener en cuenta la potencia que se necesita para la estufa de pellets, la cual dependerá del volumen de la estancia a calentar medido en metros cúbicos (largo x ancho x alto). Una forma aproximada de calcular la potencia necesaria es dividir los metros cuadrados que tenga la casa entre 10. Según dicha regla, para una vivienda de 90 m2 sería necesaria una estufa de al menos 9 kW. Al elegir la estufa, también hay que tener en cuenta que, según nuestras pruebas, la potencia real de algunas estufas de pellets puede ser hasta un 20% menor que la anunciada por su fabricante.
Por este motivo, en caso de duda, es preferible optar por una potencia algo superior a la que resulte del cálculo, sobre todo, si la vivienda no está bien aislada. También y para terminar, es importante saber que en general, una estufa de pellets consume 2 kg de pellets por hora de funcionamiento y que las más eficientes son las que producen más calor con el menor consumo.