La Música en los Bebés
La conexión de la música con los bebes y con los seres humanos se sitúa en tiempos remotos de hace más de dos mil años; pues ya en los tiempos de la lejana China alrededor de los años 500 a.C. e incluso en Grecia se sostenía la veracidad de la influencia que la música tiene en nosotros.
La música en la sociedad con el paso del tiempo ha logrado demostrar que trasciende culturas, idiomas, y además logra transmitir las más grandes ideas.
A partir de aproximadamente las veinte semanas de embarazo el bebé es capaz de escuchar, y es aquí cuando es un buen momento para comenzar a crear hábitos diarios de no más de 30 minutos en donde, tanto la mama como el bebé, tengan un espacio donde se sientan cómodos en su hogar y escuchen la música correcta.
Efectos de la música en los bebés
El poder de la música supera nuestra imaginación, ya que posee una capacidad de comunicación que los bebes de todo el mundo pueden comprender sin siquiera saber que lo hacen.
Los efectos que produce la música en los bebés pueden ser tan múltiples como notorios.
La música como estímulo
Compartir la música entre madre padre e hijo, crea lazos mucho más afectivos, ayuda a desarrollar en su bebe el sistema nervioso, y a su vez potencia su aprendizaje del lenguaje y el desarrollo cognitivo.
Incrementa en los niños la producción de endorfinas, lo que le produce a tu bebe una sensación de bienestar. Así el hábito de escuchar música de este tipo lo asociará a un estado de relajación.
El poder de la música relajante
La música transmite emociones, por lo cual con la música correcta logra relajar a los niños y les ayuda a dormir y estar tranquilos; el efecto es mejor si escucha las canciones que escuchaba dentro del vientre, ya que esto le recuerda a cómo se sentía estar ahí, y le provoca una sensación de seguridad.
Además de esto, la música reduce el nivel de estrés en los niños. Según estudios con música relajante o música clásica, el cortisol, la hormona del estrés, disminuye en niveles en la sangre cuando escuchamos algo que nos guste.
La música como pieza del habla
La música en los bebés los ayuda a estimular sus oídos, a familiarizarse con las palabras, el lenguaje, y el ritmo, los ayuda para expresarse y hacerse entender.
Además tiene efectos en su concentración, memoria y atención.
¿Cuál es la mejor música para mi bebé?
Si bien es cierto que la música nos acompaña día a día, no debemos dejar pasar por alto el hecho de que en los bebés no cualquier tipo de música puede ir de la mano con ellos, recordemos que hay ciertas melodías o letras de canciones que promueven el desorden, violencia, sensación de intranquilidad y son mensajes nada adecuados para nuestros niños.
Es importante mencionar el impacto que puede generar los sonidos que escuchan nuestros bebes, por eso, cuidar el contenido musical y colocarle el más beneficioso para nuestras creaturas es lo mejor.
Algunas de estas melodías que afectan a nuestros bebes han sido estudiadas por personas dedicadas a la investigación, donde concluyeron mediante sus investigaciones y estudios que los sonidos fuertes y suaves afectan de manera positiva o negativa según sea.
Comprobando que la música que tiene sonidos fuertes les provoca una sensación de intranquilidad mientras que los sonidos suaves generan relajación mental y los ayuda a dormir mejor.
Así como también, determinando que la música clásica es la que afecta de manera más positiva en los bebes, generando tranquilidad y ayudándolos a desarrollar la parte cognitiva más rápido.
De aquí surge la teoría, aun no comprobada, de que la música de Mozart en los bebes supuestamente daba como resultado el desarrollo de la inteligencia de los sujetos.
¿Qué es lo que hace realmente el Efecto Mozart?
A lo largo de los años, más específicamente en el transcurso de la década de los noventas, un doctor e investigador llamado Alfred Tomatis, publicó su libro Pouquoi Mozart, basado en su Método Tomatis, que consistía en el uso de música durante sus sesiones de terapia con sus pacientes, y afirmaba que la música de Mozart ayudaba en el proceso y además también podía curar casos de depresión.
Gracias a todas estas investigaciones que le siguieron, no obstante, no tardó mucho en que la información se rumoreara y desenfocara, hasta tal punto de que llegó la afirmación de que la música de Mozart, te hacia más inteligente.
Incluso el gobernador de Georgia en 1998 regaló un casette o CD de música clásica a cada madre primeriza que diera a luz en el estado, más tarde ocurrió lo mismo en otros estados. Hasta se aprobó una ley en la localidad de Florida donde ordena que todos los niños menores de cierta edad, deben escuchar al menos 30 minutos diarios de música clásica en sus colegios.
Ahora bien, ¿realmente nos hace más inteligentes escuchar música de Mozart?
Por más provechoso que fuese la idea en cuestión, la verdad es que según estudios recientes se comprobó que “escuchar pasivamente la musca de Mozart -o cualquier otro tipo de música del agrado de uno- no hace a una persona más inteligente. Pero otros estudios deberían ser realizados para comprobar si la audición de música podría incrementar a largo plazo el coeficiente intelectual de un niño…” explica un informe publicado por el ministerio alemán de investigación.
A pesar de esto, según un estudio realizado en un niña que sufría episodios epilépticos mientras estaba despierta, se le obligó a escuchar la sonata KV 448/375ª de Mozart durante diez minutos cada hora, el resultado fue que el número de episodios descendió notoriamente de nueve en las primera cuatro horas, a uno en las siguientes cuatro horas, asimismo el tiempo de duración descendió de 317 segundos a 178.
Además el día posterior solo presentó dos episodios en 7 horas y media.
Y aunque si bien es cierto la música de Mozart, es la manera en como la naturaleza habla aún no se ha comprado que pueda volvernos más inteligentes, y nunca está de más un poco de música clásica para nuestros bebés.